Como salvar una noche

Según me contaba mi gran amigo Abelie, la tarde del viernes noche ( 7 de noviembre), no había sido muy productiva, es más, había sido aburrida.
Pero, con mi llegada, la cosa cambió. Deliveramos entre ir a la Broadway o a otro sitio en el cual pudíeramos pasar el final de la noche.

Mis amigos, por la gran cantidad de gente en la puerta de la discoteca, decidieron ir al New Yorker, que tan buenos recuerdos nos ha traido, siendo este otro caso más.

Era una noche de reencuentros, porque nuestra amiga Marta, a la cual no veíamos desde hace dos meses durante los findes, salía con nosotros. Es una persona que se nota cuando está y cuando no. La veo todos los días, pero siempre que estoy con ella no paro de reirme, y creo que todos mis amigos piensan igual.

La noche, como es habitual ya en todas mis parrandas, estuvo acompañada por Abelie, mi gran amigo, mi hermano. La soberana, picarona como siempre, con perdón, dio ese puntillo que faltaba para que la noche fuera perfecta. Merce, riéndome las gracias, y yo las suyas, es esa gran amiga que hace que te rias por una sola razón: porque SÍ. Ana, aunque no solemos decir cosas bonitas de ellas, dejemoslo hay, es la única que fue light y que fue responsabe, siendo la única que se reía dentro de la cordura, y, aunque ella diga que no, es una gran amiga y la queremos como la que más. Juan, con el que la maceta me salió mas barata, es más que mi compañero y un despelotador, es mi amigo.

La entrada estuvo marcada por una cosa: ESTADOS. Rápidamente, y demostrando que somos unos engachaos a Tuenti, lo asociamos con nuestros perfiles. Waxiperri, uff no se, original....había de todos los colores y gustos.

Alegrándonos la noche con dos macetas de calimocho y legendario, nos hicimos infinidad de fotos, haciendo recordar a mi amigo Juanma.

Acabamos la noche con un gran chupito, el orgasmo cósmico, que volveremos pa tomarlo con nata.

Muchas gracias por esta noche....

Buenas noches y buena suerte

José Antonio Becerra Toro